El papa Francisco se desplazará mañana en autobús a la localidad de Ariccia (a las afueras de Roma) junto con los cardenales y los obispos de la curia para celebrar juntos una semana de ejercicios espirituales.
La semana de ejercicios espirituales es tradicional durante el periodo de Cuaresma, anterior a la Semana Santa, pero la novedad que ha introducido Francisco es la de salir del Vaticano para vivirlos de manera más intensa.
En la última entrevista en el Corriere della Sera, el papa argentino desvelaba que decidió celebrar los ejercicios fuera del Vaticano ya que antes en la Curia "se celebraban las oraciones, pero después algunos continuaban trabajando" y por tanto no se vivían intensamente.
"La elección de un sitio reservado y silencioso y alejado del puesto habitual de trabajo, según informa la Secretaría de Estado, permitirá dedicarse con mayor recogimiento a los ejercicios espirituales", se lee en el comunicado del Vaticano.
Los ejercicios espirituales se desarrollarán en la residencia "Casa del Divino Maestro" cerca del lago de Albano y rodeado de bosques y tratarán el tema de la purificación del corazón.
El papa saldrá en autocar con el resto de cardenales a las 16:00 horas (15:00 GMT) y a las 18.00 comenzará el retiro "con la celebración de las Vísperas, seguidas de una meditación y de la Adoración Eucarística", explica la nota.
Los ejercicios espirituales estarán a cargo del sacerdote Angelo De Donatis, párroco de la iglesia de San Marco Evangelista al Campidoglio.
La semana de ejercicios, en la que se el papa suspenderá todas sus actividades, concluirá el viernes 14 de marzo después de la meditación de la mañana y el papa regresará al Vaticano.
Durante uno de sus discursos, el papa señaló que el que "vive los Ejercicios" vuelve "renovado y transfigurado a la vida de cada día, al ministerio, a las relaciones cotidianas, llevando consigo el perfume de Cristo".
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