Pareja presidencial asiste a actos por la Altagracia

                     
VARIOS SACERDOTES Y PEREGRINOS HAITIANOS PARTICIPARON EN LAS MISAS

El presidente Danilo Medina, acompañado de su esposa, Cándida Montilla, y cuando menos 20 funcionarios civiles y militares del Gobierno, participó ayer en las actividades centrales celebradas en la Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia, el santuario nacional que cada año acoge a cientos de miles de personas de todos los rincones del país y de varias naciones latinoamericanas.

Durante este 21 de enero, feriado nacional de la Virgen de la Altagracia, protectora del pueblo dominicano, fue notable la presencia de varios sacerdotes y cientos de peregrinos haitianos, que además de concelebrar y participar en las distintas misas con el obispo y el clero de la diócesis, oficiaron una misa en creole, la lengua madre del pueblo haitiano, luego de la eucaristía solemne en la que participó el mandatario. El obispo Nicanor Peña Rodríguez, quien presidió la celebración solemne de las 10:00 de la mañana, en su homilía, describió ante el presidente Medina las circunstancias y los tiempos difíciles que, según dijo, vive República Dominicana, “como pocas veces se ha visto en toda su historia”.

Según el prelado, el desempleo es muy alto y la falta de vivienda y seguridad ciudadana afectan gravemente a la población dominicana.

“Hay violencia en el seno de la familia y en los distintos niveles de la sociedad, por eso la Iglesia debe reflejar cada vez más su verdadero rostro como lugar en el que Dios se acerca y se encuentra con los hombres”, dijo.

En este sentido, el obispo Peña Rodríguez sugirió a las autoridades y al pueblo abrir los brazos y acoger a todos los dominicanos, “principalmente a los pobres, los desamparados y los enfermos que son víctimas del egoísmo y las desigualdades sociales tan profundamente marcadas”. En otro orden, el prelado destacó los esfuerzos que hacen la Iglesia y otros sectores de la sociedad para reconstruir la integridad de muchas familias, que se encuentran afectadas por mensajes y orientaciones equivocadas que reciben a través de los medios de comunicación.

Añadió que el país tiene necesidad del testimonio de padres e hijos y de la unidad de la familia, pero también del trabajo transparente de las autoridades del Gobierno, especialmente en favor de la gente más indefensa y necesitada.