LAS AUTORIDADES ADVIERTEN QUE ESTAS CIFRAS PODRÍAN AUMENTAR CONFORME LA TORMENTA AVANZA
La tormenta invernal que afecta al sureste de Estados Unidos continúa causando caos a su paso y ha dejado ya nueve muertos y casi 300.000 hogares y negocios sin electricidad en los estados de Alabama, Georgia y las Carolinas.
Embotellamientos de tráfico con miles de vehículos, como los vistos hace dos semanas en Atlanta durante una nevada similar, son ahora escenas comunes en Carolina del Norte y Tennessee, donde los conductores han dejado abandonados a sus vehículos en las autopistas tras no poder continuar su camino.
El número de muertes relacionadas con la tormenta ha aumentado a nueve en las últimas horas, en su mayoría resultado de accidentes automovilísticos debido a las condiciones climáticas que hacen prácticamente imposible transitar las vías.
La combinación de hielo y vientos de 48 kilómetros por hora ha derribado árboles y tendido eléctrico, causando apagones a lo largo del sureste.
Cerca de 300.000 hogares están sin electricidad en los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur, Misisipi, Luisiana y Alabama. El estado de Georgia, por su parte, reporta más 200.000 afectados por los apagones.
Doraville, una ciudad al noreste de Atlanta y predominantemente hispana, ha sido una de las más afectadas por los apagones, con cerca de 800 hogares sin fluido eléctrico.
Las autoridades advierten que estas cifras podrían aumentar conforme la tormenta avanza.
El gobernador de Georgia, Nathan Deal, anunció hoy que cerca de mil miembros de la Guardia Nacional ya han sido movilizados a lo largo del estado para asistir a los afectados por la tormenta invernal.
"Nuestra principal preocupación es que la gente continúe siguiendo nuestras advertencias y que se mantengan en sus hogares para que los servicios de emergencias y las compañías de electricidad puedan realizar sus labores", dijo Deal en conferencia de prensa hoy.
El Servicio Meteorológico Nacional calificó el sistema invernal de "catastrófico" y lo comparó con un fenómeno similar que afectó a la zona en el 2000 y que dejó a miles sin energía eléctrica durante días.
Atlanta, que hace dos semanas sufrió los embates de una tormenta invernal que ocasionó un caos vial, estaba hoy desierta con la mayoría de los negocios cerrados.
Las escuelas del norte de Georgia y Carolina del Norte permanecen cerradas desde el martes para evitar que se repita lo sucedido a finales de enero, cuando una nevada obligó a cientos de niños a pasar la noche en sus centros escolares.
Debido al sistema invernal, al menos 8.300 vuelos a nivel nacional han sido cancelados desde el lunes, de acuerdo con el sitio de monitoreo FlightAware, con los aeropuertos de Atlanta y Charlotte como los más afectados.
El aeropuerto Hartsfield-Jackson de Atlanta estaba hoy desierto tras la cancelación de cientos de vuelos y conexiones.
Asimismo, varias aerolíneas que tienen su sede en Charlotte (Carolina del Norte) cancelaron sus vuelos el martes y el miércoles para esperar el paso de la tormenta.
Tras recorrer el sureste, se prevé que la tormenta afecte a los estados del noreste en lo que se conoce como el corredor de la I-95, la autopista que recorre la costa este de Estados Unidos.
La tormenta, que ha dejado más de 2,5 centímetros de hielo y hasta 25 centímetros de nieve en las zonas más afectadas, se dirige ahora hacia el norte, adonde se espera deje una acumulación de 20 centímetros en Washington y hasta 25 centímetros en Nueva York entre el jueves y el viernes.
Filadelfia, Baltimore, Washington, Nueva York, Boston y Maine son algunos de los estados que se verán afectados a partir del jueves por el sistema invernal.
El presidente Barack Obama declaró este martes estado de emergencia en Georgia para permitir el flujo de ayuda federal en el estado.
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