La suspensión de 162 partidos impuesta al tercera base de los Yanquis de Nueva York, Alex Rodríguez, que a su vez ya presentó una demanda judicial contra las Grandes Ligas y el Sindicato de Jugadores genera nueva polémica en torno al dopaje dentro del béisbol profesional y su programa de control.
El abogado de Rodríguez, Jordan Siev, reiteró que el haber hecho público todo el dictamen del juez de arbitraje Fredric Horowitz era la mejor demostración de la manera tan "parcial" como actuó y haber basado sus argumentos en la evidencia de un "mentiroso" como Anthony Boch, que lo único que busca es salvarse de una gravísima acusación criminal en su contra.
"Ahora podremos ver todos el tipo de información que ofreció Bosch y la manera como lo hizo", destacó Siev. "Tener las Grandes Ligas a este personaje como único testigo, al que el juez ha creído es simplemente de risa".
De ahí, que Rodríguez presentase la demanda federal en contra de las Grandes Ligas y del Sindicato de Jugadores, al que acusa también de haberlo dejado sólo sin ningún tipo de protección ni apoyo durante todo el proceso de audiencias que presidió Horowitz.
En la demanda, Rodríguez aseguró que el sindicato "abdicó por completó su responsabilidad de salvaguardar los derechos del señor Rodríguez" y que "esta pasividad del sindicato generó un clima en el que las Grandes Ligas se sintieron libres de pisotear la confidencialidad a la que Rodríguez tiene derecho".
Rodríguez pidió al tribunal federal que dictamine que las Grandes Ligas rompieron sus acuerdos con el sindicato, que el gremio no cumplió con su deber de defenderle y anular el fallo de Horowitz, que determinó que Rodriguez consumió testosterona, hormona de crecimiento humano y factor de crecimiento insulínico tipo 1 en 2010, 2011 y 2012, violando el Reglamento Antidopaje".
"Evidencia directa de esas violaciones fue presentada mediante el testimonio de Anthony Bosch y corroborada con las libretas de apuntes de Bosch, los intercambios de mensajes de texto entre Bosch y Rodríguez, e injerencias razonables que se sacaron de todo el conjunto de pruebas", añadió Horowitz.
Aunque los ejemplares originales de las libretas fueron robadas, Horowitz convalidó las copias de los documentos como evidencia.
La demanda de Rodríguez acusa al gremio de actuar con "mala fe", que su representación durante la audiencia "superficial a lo sumo" y les acusó de no reaccionar cuando las Grandes Ligas presentaron una demanda ante un tribunal de Florida dentro de la pesquisa de la trama de dopaje de la clínica Biogenesis.
Sus abogados criticaron a Michael Weiner, el director ejecutivo del sindicato que falleció el pasado noviembre a causa de un tumor cerebral, por haber indicado a mediados del año pasado que Rodríguez debería llegar a un acuerdo para recibir una sanción menor en caso que las Grandes Ligas le presentara un castigo con una duración aceptable.
"Lo que asegura no tiene ningún tipo de fundamento y vamos a defendernos sin contemplaciones", declaró Tony Clark, el nuevo jefe del sindicato. "El sindicato de peloteros ha defendido vigorosamente los derechos del señor Rodríguez a la largo de la investigación de Biogenesis y a lo largo de toda su carrera".
Clark, que se enfrenta al primer grave problema en su gestión, se mostró enfurecido por la demanda que había presentado Rodríguez en contra del sindicato.
"La denuncia del Señor Rodríguez de que el sindicato no supo defenderlo es indignante y sus innecesarios ataques contra nuestro anterior director ejecutivo, Michael Weiner, no tienen perdón", agrega el comunicado.
Sin embargo, los abogados de Rodríguez señalaron que Horowitz "tomo posición por un lado" y que "se negó a aceptar pruebas que eran pertinentes".
Además critican a Horowitz por haber rechazado el pedido de Rodríguez para que se designara a otro árbitro en el caso, no ordenar que el comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig rindiera testimonio y permitir que Bosch recurriera a su derecho constitucional sobre auto incriminación al negarse a responder preguntas en el interrogatorio de la defensa.
"Reconocemos que tratar de anular un arbitraje es una misión muy difícil", declaró Siev. "Pero creemos que este procedimiento era tan defectuoso desde el principio hasta el final, incluyendo el sesgo evidente que mostró el mediador Horowitz a favor de las Grandes Ligas, que es lo que da base y sentido a nuestra demanda".
Por su parte, el poderoso agente libre Scott Boras, que fue el que representó a Rodríguez cuando llegó a las Grandes Ligas, denunció que el hecho que el veredicto del mediador y la decisión de las Grandes Ligas de proteger a Bosch, el verdadero promotor del consumo de las sustancias prohibidas es haberle hecho un "flaco" favor al sistema antidopaje.
"La integridad del deporte ha quedado salvada a medias dado que el que proporcionó toda la infraestructura para que se hiciese el dopaje ha quedado libre", declaró Boras a Fox Sports. "Podemos seguir discutiendo públicamente sobre el asunto, pero mientras los que producen, promueven y distribuyen las sustancias prohibidas no se encuentren tras las rejas, la comunidad deportiva mundial no estará a salvo".
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