Luego que un automovilista violento matara de un balazo a un “limpiavidrios” en la capital y de la controversia pública que el caso ha suscitado en los medios de comunicación, la Policía Nacional y la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) iniciaron ayer varios operativos para controlar la gran cantidad de vendedores de baratijas y limpiaparabrisas que asedian a los automovilistas en el Gran Santo Domingo.
Desde trempranas horas, los agentes policiales procedían a retirar de las principales esquinas a por lo menos una parte de los vendedores callejeros y los llamados “limpiavidrios”, que causan trastornos y molestan a los conductores, dentro de las prerrogativas previstas en la Ley de Tránsito, informó la Oficina de relaciones Públicas de Amet.
Los efectivos acudieron a las esquinas 27 de Febrero con Winston Churchill, 27 de Febrero con Abraham Lincoln, Sarasota esquina Enrique Jiménez Mora, así como en la 27 de Febrero con José Núñez Cáceres, entre otras vías, para evitar la presencia de esas personas en esos puntos de la ciudad. La vigilancia será mantenida allí.
El director de la Amet, general Juan Jerónimo Brown Pérez, ordenó que en esas intersecciones “debe haber un personal permanentemente, porque se trata de un asunto de orden público”, lo que hace la entidad en coordinación con la Policía, dice un comunicado de prensa emitido por su portavoz, Roberto Lebrón.
La medida fue adoptada después del incidente ocurrido en la esquina Jiménez Moya con avenida Sarasota, donde un conductor mató de un disparo en la cabeza a un joven que se dedicaba a limpiar cristales de vehículos. El homicida, quien habría escapado del país, es Jhonnattan Onel Báez Guzmán y el occiso Miguel Méndez Figueroa.
El artículo 103 de la 241 sobre Tránsito prohíbe ese tipo de actividad, igual que la distribución de propaganda de cualquier naturaleza, “vender u ofrecer productos, objetos o artículos de cualquier clase”. También está prohibido “solicitar pasajes gratis o la custodia de motor estacionado o a ser estacionado”.
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