Víctor Burgos hizo un acuerdo con los fiscales y Josué Rojas se enfrentará a un juicio
NUEVA YORK.- Los fiscales federales de Providence acusaron a dos dominicanos junto a otros cómplices de traficar una potente droga conocida como "Fentanilo Acetilo" que mató por sobredosis a 12 personas en distintas ciudades de Rhode Island.
Víctor Burgos (Fat Boy) y Josué Rojas son sindicados como los principales distribuidores del psicotrópico en Providence y responsables de las muertes de la docena de consumidores que murieron a consecuencia del uso de la droga, según los investigadores.
Burgos rubricó un acuerdo la semana pasada con la fiscalía para declararse culpable de traficar la droga analógica y manipulación de al menos un testigo en el caso.
Rojas mantiene su declaratoria de "no culpable" y posiblemente enfrentará un juicio en el que deberá demostrar su inocencia.
Burgos amenazó a un informante en su contra que trabaja con la fiscalía, desde la cárcel. Rojas de 19 años de edad, fue acusado por un Gran Jurado también por manipulación de testigos.
Su juicio ha sido programado para las próximas semanas.
La droga, similar a la morfina, es una variante química del narcótico fentanilo analgésico. La sustancia fue hallada en la sangre de las 10 víctimas no identificadas por los investigadores y que murieron entre el 7 de marzo y el 11 de abril de este año tras consumirla.
Otras dos muertes, con las que suman 12, han sido relacionadas con la misma droga y los muertos tenían edades entre los 17 y los 57 años.
Las autoridades dijeron que Burgos se declaró culpable en base al acuerdo para evitar ser culpado por las muertes de los adictos. Era investigado por la policía del poblado Woonsocket, donde residía por sospechas de tráfico de cocaína y heroína, durante ocho meses previos a su arresto.
Un informante de la policía reveló que adquirió una sustancia determinada como analógica fentanilo acetil que compró a Burgos en la casa 620-624 de la calle Elm en ocasiones en el mes de mayo de este año.
Burgos fue detenido en una redada en la que se le confiscaron tres bolsas de la droga. Fue liberado bajo fianza y se le puso un brazalete electrónico para monitorear sus movimientos y fue a un apartamento de la madre de un testigo para amenazarla.
"No tengo nada que perder y voy a pasar el resto de mi vida en la cárcel a causa de todas las muertes por sobredosis. Te prometo que voy a encontrar a tu hijo y le voy a dar de baja", le advirtió Burgos a la madre del testigo, esgrimiendo un arma de fuego.
Rojas también enfrentó a la mujer, reclamándole que su hijo lo había delatado y que no había ningún papel en el que apareciera su nombre.
Burgos se enfrenta hasta 20 años en la cárcel por cada uno de los cargos.
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