jueves, 22 de agosto de 2013

Educación quitaría discrecionalidad que tienen colegios con los libros

                        
           Editores dicen que los cambios son cada cuatro años; se desligan del "abuso"

SANTO DOMINGO. El ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, anunció ayer que esa cartera prevé reglamentar la forma y permanencia del uso de los libros de texto que hacen los colegios, para quitarles la discrecionalidad, y evitar que los cambien cada año.
El funcionario aclaró, sin embargo, que el cambio no se da a nivel editorial, sino de casa editora, acción que si bien no es ilegal, constituye un abuso para la ciudadanía, según él. Explicó que el Ministerio tiene una lista de libros aprobados de diferentes casas editoriales, porque sería ilegal elegir a una sola.
"Lo que hace el colegio es que se va con un libro de un editora un año, y al año siguiente lo cambian a otra editora. No están violando una ley, pero están abusando. ¿Sabes por qué? Porque se están prestando a un juego de carácter económico que no tiene nada que ver con la educación de los niños en los colegios", planteó Amarante Baret durante una entrevista en el programa El Despertador, del Grupo SIN.
Señaló que una posible medida a tomar consiste en obligar a los colegios a que una vez elijan un libro de una casa editora, tengan que permanecer con ese mismo texto por cuatro años.
El ministro informó que en la actualidad está llamando a los dueños de los colegios privados y a las asociaciones de padres para buscar una solución a esta situación, de miras al próximo año escolar.
Las editoras
Las casas editoras también salieron al frente ayer para negar que estén haciendo cambios anuales del material didáctico, y responsabilizan a los colegios de la inconformidad que presentan al decidir por una u otra casa, de un año a otro. Representantes de Disesa, Santillana y Grupo Norma, coincidieron en que la edición anual de un libro es casi imposible, debido a lo costoso y complejo del proceso. Alegan que los colegios son los que deciden con cuál material trabajar, en función de que le resulte más cómodo al profesor o que vaya más acorde con su metodología de enseñanza. Niegan que tengan que acudir a dádivas para que escojan sus ediciones.
"No es cierto eso de que se cambia cada año, el cambio es cada cuatro años. Ahora, la impresión sí es anual, porque una editora no puede imprimir de golpe todos los libros que se cree pueden venderse en cuatro años", explica Claudia Llibre, del Grupo Santillana. Sostuvo que para el proceso de edición se toma en cuenta el curriculum del Ministerio de Educación en cada asignatura.
En ello coincidió también Aida Mínguez, presidenta de la Editora Disesa, quien aseguró que previo a la edición de un libro se toma en cuenta los lineamientos del Ministerio, y que posteriormente también se envía a esa dependencia para que lo apruebe antes de proceder a imprimirlo.
Aunque Disesa ya no participa en la edición de textos para los colegios privados, sino para el sector público, Mínguez reconoce que el precio de los libros es elevado, y abogó por el establecimiento de un sistema de control de precio.
Desde el Grupo Norma, que este año sólo vende el material en existencia, también se unen a la queja de lo costoso de los libros, y consideran que el aumento anual no debería ser mayor del 10% o el 15% anual, en condiciones normales.
A los padres que ejerzan su rol
El ministro de Educación, Amarante Baret llamó a los padres a jugar su rol y ejercer los derechos que la ley les garantiza para defender y evitar que los dueños de colegios decidan cambiar el material didáctico que imparten a sus hijos.
"Nuestros padres no pueden permitir como mansos corderitos que a sus hijos le cambien los libros", sentenció el ministro.

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