viernes, 30 de agosto de 2013

Más de 1.000 millones de dólares de multas deberán pagar bancos suizos a EEUU

                     
       SEGÚN ANALISTAS CITADOS POR LA PRENSA HELVÉTICA

Los bancos suizos con clientes estadounidenses que posean en ellos cuentas no declaradas al fisco de Estados Unidos tendrán que pagar más de 1.000 millones de dólares de multas en virtud del acuerdo entre Washington y Berna, según analistas citados por la prensa helvética.
La prensa suiza comenta hoy el acuerdo con EEUU, que anunció ayer el departamento de Justicia de ese país, para combatir la evasión de impuestos mediante cuentas secretas en el exterior y alentar a aquellos estadounidenses que se han escudado en esas cuentas a que resuelvan sus problemas tributarios con el Gobierno de EE.UU.
El entendimiento concluye un litigio fiscal de más de cuatro años entre ambos países, el que estalló cuando las autoridades de EEUU reunieron evidencias de que los bancos suizos albergaban depósitos por los que sus ciudadanos no pagaban impuestos.
Según detalles ofrecidos hoy por la ministra de Economía de Suiza, Eveline Widmer-Schlumpf, los bancos suizos han sido divididos en cuatro categorías, que van desde 14 establecimientos que tienen investigaciones penales en curso en EEUU hasta los que tendrán que incorporarse a un programa de regularización que les permitirá evitar la vía judicial a cambio de importantes multas.
La primera categoría, a la que corresponden los bancos actualmente investigados por la Justicia estadounidense, no podrán acogerse a ese programa y deberán negociar con distintos fiscales las penas que recibirán.
En la segunda categoría entrarán todo el resto de bancos helvéticos con clientes estadounidenses.
Por las cuentas no declaradas abiertas antes del 1 de agosto de 2008 deberán pagar el 20 por ciento de la suma total bajo gestión, mientras que para las cuentas abiertas después de esa fecha, pero antes del final de febrero de 2009, la pena se elevará al 30 por ciento.
Las cuentas creadas posteriormente sufrirán una multa equivalente al 50 por ciento de su importe total.
La fecha límite -febrero de 2009- coincide con la revelación de que el banco UBS -el más importante de la plaza financiera helvética- tenía miles de cuentas no declaradas de clientes estadounidenses, a los que incluso algunos de sus consejeros asesoraban sobre cómo evitar pagar impuestos.
Al comentar el acuerdo fiscal, la Asociación de Bancos de Suiza consideró hoy que el nivel de las multas se ubica en "el límite de lo aceptable".
De una opinión muy diferente fue la ministra Widmer-Schlumpf, quien opinó que las negociaciones dieron "un resultado con el que podemos vivir", al tiempo que se mostró convencida de que el programa acordado ofrece a los bancos de su país una mejor seguridad jurídica.
Asimismo, destacó como otro punto positivo que EEUU haya aceptado una escalonamiento de las multas en función del conocimiento que los bancos tenían de que estaban violando leyes en este país.
La tercera categoría considerada es para los bancos que estiman que no tienen nada que esconder, mientras que en la cuarta están aquellos con actividades puramente locales (un 98 por ciento de su clientela suiza o europea).
La autoridad suiza que vigila los mercados financieros ayudará a los bancos a decidir en que categoría entran.
Sin embargo, si las autoridades estadounidenses consideran que un establecimiento ha entregado informaciones falsas, incompletas o que inducen a errores, entonces ya no estarán protegidos de un proceso penal.
Aunque en distintas etapas, EEUU negocia acuerdos parecidos con Luxemburgo, Israel, India y otros países.
Un éxito para Suiza ha sido haber conseguido una solución no retroactiva, lo que ha evitado que tenga que entregar todos los nombres de clientes estadounidenses en bancos helvéticos, información que transmitirá únicamente tras un procedimiento de asistencia administrativa.
Se calcula que hasta la fecha 39.000 personas que defraudaban al fisco de EEUU han confesado la existencia de sus cuentas no declaradas con la esperanza de recibir sanciones menos duras.
Los bancos suizos tienen ahora hasta el próximo 31 de diciembre para decidir si participan o no en este programa de regularización fiscal.  

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