jueves, 20 de diciembre de 2012

Entierran a maestra escondió a sus niños en armario

                           

”Siempre será nuestra heroína” rezaba un cartel a la entrada de la iglesia donde se celebró ayer el funeral de Victoria Soto, una de las víctimas de la masacre de Newtown (Connecticut), quien perdió la vida por salvar a sus alumnos de las balas de Adam Lanza.
Cientos de personas acudieron a la ceremonia para despedir a esta maestra de 27 años y origen puertorriqueño, cuya pérdida, en palabras de su primo, el reverendo Soto, “es irreparable”.
“Espero que la vida de Victoria sirva al menos para que los legisladores hagan algo para regular las armas y evitar que algo así vuelva a ocurrir”, dijo el reverendo a la salida del oficio. “Solo nos queda la fe para superar estos momentos”, añadió.
El cuerpo de la maestra llegó a la iglesia cristiana Comunidad del Señor de Stratford escoltada por decenas de coches y motos de policía, con un gran dispositivo de seguridad, y la música de unos gaiteros acompañó su entrada en el recinto.
La familia, que ha evitado hacer declaraciones a la prensa, estuvo acompañada por cientos de vecinos y amigos que rodearon el templo de Stratford, donde viven los padres de Soto, y bajo un frío sol de invierno escucharon el oficio por el alma de la joven, retransmitido hacia el exterior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario