lunes, 15 de abril de 2013

Una jornada histórica ratifica el ‘sí, se puede’

                               
LA SEMANA PASADA, UNOS 100,000 LATINOS SE CONGREGARON EN WASHINGTON


“Yo fui uno de ellos. Duré diez años siendo ilegal también, siendo indocumentado”, dijo el bachatero dominicano Andy Andy desde la tarima por la que desfilaron políticos, activistas e inmigrantes que contaron sus historias de lucha por una vida digna en Estados Unidos, el pasado 10 de abril, en Washington. 
Para el cantante dominicano, que promueve su nuevo disco “Soy de Llorar”, la inmigración a Nueva York fue la puerta de entrada para iniciar una carrera que traspasara las fronteras nacionales. Dice que gracias a esa decisión, que le ha abierto la puerta a un amplio público de origen latino, su música ha sido reconocida en los premios Grammy y Billboard. 
Andy Andy fue junto al salvadoreño Álvaro Torres y la puertorriqueña Olga Tañón parte del grupo de  artistas latinos que apoyaron la Marcha por la Reforma Migratoria, a la que según cálculos preliminares de los organizadores acudieron 100,000 personas.
Liderazgo latino
La jornada estuvo marcada por la presencia y el liderazgo de los latinos, que representan el 16% de la población de Estados Unidos (55 millones de personas), según datos del Censo. También dijeron presente grupos caribeños no hispanos, africanos y asiáticos. Los inmigrantes recibieron el respaldo de sindicatos, maestros y luchadores por los derechos de los homosexuales.
El encuentro fue un escenario para hacer escuchar las historias humanas detrás de las demandas de los activistas que piden que se le otorgue la ciudadanía a 11 millones de personas indocumentadas.
Katherine Taberas, una activista de 17 años subió a la tarima con su mamá, María Elena Guerrero, y dijo: “Hoy no estoy aquí para volver a contar mi historia. Quiero hablarles sobre esta mujer maravillosa que está a mi lado, mi heroína. Ella es mi madre”. 
Luego, agregó “quiero que mires a tu alrededor, a las personas que nos rodean. Estamos aquí peleando por justicia para los inmigrantes y por  todos los derechos que tenemos. Quiero que pienses en tu madre, en tu padre, en tus primos, en tus tíos y en todos los miembros de tu familia, que pienses en sus sueños y en todos los sacrificios que ellos han hecho para mantenernos juntos en este país. Estamos aquí por ellos. Estamos aquí por todos nosotros. Este es el momento y vamos a pasar una reforma migratoria”, enfatizó, mientras sonaban los aplausos y algunos se secaban las lágrimas. 
Grupos étnicos
La lucha de los Soñadores (Dreamers) ha sido fundamental en el debate sobre la Reforma Migratoria en Estados Unidos.  Se trata de al menos dos millones de jóvenes que ingresaron a Estados Unidos antes de los 16 años y que tienen dificultades para acceder a la educación superior porque legalmente no son reconocidos como ciudadanos. 
La presencia de los grupos de origen asiático, y el discurso de Son Ah Yun, directora del “National Korean American Service & Education Consortium” (NAKASEC), sirvió para enfatizar la idea de la unidad de los inmigrantes  y sus descendientes en la lucha por sus derechos. 
La directora de la organización que agrupa a coreanos y sus descendiente abogó por la unidad de los inmigrantes y otras minorías en Estados Unidos.  Dijo que ya basta de que desde el poder se fomente las divisiones. “Asiáticos contra latinos, latinos contra afroamericanos, hombres contra mujeres”, enfatizó. 
Su discurso también recordó la importancia de tomar en cuenta la unidad de las familias mientras se discute la legislación. “Estamos cansados de  ser separados de nuestras familias mediantes largos atrasos (en trámites burocráticos)  y deportaciones. Estamos cansados de que las mujeres  estén siempre en último lugar. Estamos cansados de que los jóvenes no puedan ir a la escuela. Estamos cansados de que los inmigrantes sean tratados como criminales y vivan con miedo”.
¿Cómo responden los políticos a sus reclamos?Líderes demócratas y republicanos moderados se han mostrado favorables a una reforma integral, es decir que beneficie a la mayor cantidad de personas posible y ofrezca soluciones a grupos tan diversos como Los Soñadores, trabajadores agrícolas o a trabajadores muy especializados.
Unos 25 congresistas acudieron a dar su apoyo a la manifestación celebrada en Washington. Entre ellos estuvo el demócrata Bob Menéndez, integrante del “Grupo de los ocho” que tiene en sus manos las negociaciones sobre el tema.
Menéndez renovó su promesa de seguir impulsando la reforma, al igual que todos los políticos que pasaron por la tarima el pasado 10 de abril. 
Algunos pudieron exhibir, al menos en su discurso, algo más que promesas. El alcalde de Washington Vicent Gray explicó que había dado una orden ejecutiva para evitar que los policías hostigaran a los inmigrantes con verificaciones constantes del estatus migratorio. 
El acoso a inmigrantes latinos en varios estados, especialmente en Arizona, ha sido denunciado por grupos de derechos humanos.
Pero la solución definitiva a los problemas de los inmigrantes, según organizaciones como Casa de Maryland y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), es la Reforma Migratoria. Las organizaciones se muestran optimistas. Los activistas creen que lograrán su meta este año. La pregunta sin respuesta es ¿La Reforma que salga del Congreso, cumplirá con sus expectativas? 
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EL SENADOR RUBIO DICE QUE NO ES UNA AMNISTÍA

(EFE) El senador republicano, Marco Rubio, rechazó ayer que el proyecto bipartidista de reforma migratoria que se presentará esta semana sea una amnistía para los once millones de inmigrantes indocumentados que se calcula hay en Estados Unidos.
En una ronda de entrevista en los programas políticos dominicales de las principales cadenas de televisión señaló que “amnistía es el perdón de algo” y aseguró que “habrá consecuencias para quienes hayan violado la ley”, en “Meet the Press” de NBC.
Rubio indicó que la propuesta incluye medidas para reforzar la seguridad de la frontera y los inmigrantes tendrán que cumplir una serie de requisitos, como un “riguroso” control de antecedentes, antes de poder solicitar un estatus legal en un plazo de diez años, a partir del cual eventualmente podrían solicitar la ciudadanía.

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