SANTO DOMINGO. Sammy Sosa entró este año por vez primera a la boleta de candidatos para el Salón de la Fama de Cooperstown y los reportes que han llegado no son nada halagüeños para que el petromacorisano se convierta en el segundo criollo en llegar a la inmortalidad de las Grandes Ligas.
Seis periodistas con derecho a voto de la ciudad de Chicago dijeron que no votaron por Sosa y una encuesta realizada por la agencia de noticias The Associated Press da cuenta que sólo el 18% de los votantes emitieron sus sufragios a favor del Bambino del Caribe para el próximo ceremonial, a celebrarse en julio próximo y, cuyos resultados serán publicados el nueve de enero.
El 45% votó por Barry Bonds y el 43% por Roger Clemens, las otras dos figuras vinculadas a casos de dopaje que debutaron este año en las boletas.
Para ser exaltado es necesario capturar el 75% de los votos de un panel de poco más de 600 periodistas.
Gail Fischer, una veterana periodista establecida en Chicago que ha dado cobertura a los Cachorros por casi dos décadas, sugirió en un artículo en Comcast Sports que los egos de Sosa le pasarán factura en su camino hacia la inmortalidad.
A continuación, una parte del artículo de Fischer.
Cuando entré a la casa de Sammy Sosa en la República Dominicana, allá en 2006, el ex toletero de los Cachorros se preparaba para su fiesta anual de cumpleaños, una suntuosa actividad de alfombra roja que realizaba cada año y que atraía a celebridades desde el mundo del béisbol hasta Hollywood.
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