Ayudan a repatriados a reinsertarse en la sociedad

                       
MÁS DE 12,000 DOMINICANOS HAN SIDO ENVIADOS DESDE ESTADOS UNIDOS, EUROPA, AMÉRICA Y ASIA

Mientras el negocio de las drogas constituye el delito más frecuente entre los dominicanos deportados  desde Estados Unidos en los últimos cuatro años, la mayoría de los enviados de países de Europa, Asia, y Latinoamérica fue por motivos de migración ilegal.  “Vienen por problemas migratorios, son deportados hasta por tener la licencia vencida, infracciones de tránsito”, dice Héctor Báez Tisol,  director de la Unidad de Deportados de la Procuraduría, la cual lleva un año apoyando a los repatriados a insertarse en la sociedad. La siquiatra Aidé Lora sostiene que la deportación es una situación compleja, porque no solamente representa un problema para el país que los deporta, sino para el de la acogida, donde no están definidas todas las políticas para recibir a un grupo de personas que se van a unir a las filas del desempleo. Según contó Báez Tisol, 99 por ciento de los deportados no tiene nada pendiente con la justicia dominicana y el porcentaje de reincidencia es menor de uno por ciento. Para fines de trabajo, la Unidad les expide una carta haciendo constar que no tienen problemas con la justicia en el país.  “Les explicamos que los repatriados son personas que normalmente cumplen”, puntualiza.   

El especialista en sicología penitenciaria, Alberto Varilla, explica que han instalado una especie de pequeña bolsa laboral.  Sin embargo, admite que han enfrentado dificultades para ubicarlos en los puestos de trabajo. 

Por lo general son empleados en calls center y en los hoteles, como guías turísticos, porque hablan bien el inglés. Báez Tisol precisó que la unidad trabaja en la organización de un curso sobre guías turísticos, a fin de que reciban ese tipo de entrenamiento y que realizarán una feria de empleos. 

El director del centro precisó que algunos llegan enfermos, en mal estado, por lo cual están gestionando que sean atendidos en los hospitales de manera gratuita. Otros llegan con problemas legales, para lo cual se les da asesoría para ayudarlos a resolver su problema aquí y en el extranjero. 

La Unidad empezó a hacer gestiones para que puedan recuperar el dinero que les corresponde de la seguridad social en Estados Unidos. “Los han mandado para acá y les tienen sus aportes frisados allá y los vamos a desfrisar”, dijo Báez Tisol.  

 “Estamos compensando lo que la sociedad le hace difícil,  para que el individuo sea libre, para que pueda trabajar y llevar una vida normal”, manifestó Varilla. 

 Aclaró que su labor con los repatriados es gratis. “La gente no entiende que nosotros trabajamos gratuito y nos hacen ofertas para darnos dinero, solo queremos las gracias”, recalcó. 

Indica que una parte de los repatriados dejó su familia en el país que los deportó; otros solo tienen algún familiar aquí, pero algunos no tienen siquiera quien los reciba. “Algunos no tienen aquí a nadie que le firme para recibirlos, a veces el director firma por ellos, lo importante es que no se queden ahí (en la Procuraduría), buscamos que alguien les cobije”, enfatizó. Dice que creen que saben donde están ellos aquí, porque tienen que dar su teléfono y ubicación, pero sostiene que a veces algunos dan nombres falsos, aunque indica que esa práctica ha disminuido. Es por ello, apunta, que están creando   un sistema único de referencia, para tenerlos ubicados y darles seguimiento.  

“Estamos comenzando, pero es un proceso lento”, reconoce.  Puntualizó que también han establecido una relación directa con Hogares Crea, para enviar algunos que son adictos a las drogas. “Reinsertar encierra tantas cosas y las tenemos que hacer”, apuntó. 

La deportación impacta bastante a la persona, dice la siquiatra Aidé Lora. 

 “Es una persona que ha dejado una familia en el país de donde viene, se está desapartando de su grupo primario de apoyo, y tiene que reagruparse con las personas que en la mayor parte de los casos no tenían lazos afectivos”, explica. Percibe en esas personas síntomas de ansiedad, porque vienen de un país donde estaban privados de su libertad, donde no estaban produciendo y saben que van a llegar a un sitio donde no tienen un futuro muy promisorio o muy claro.

Esos síntomas de ansiedad, manifiesta, incluye preocupación excesiva por lo que vayan a hacer. Resalta que vienen con el estrés y el trauma de cómo pasaron los eventos y de cómo los apresaron. 

Dice que padecen alteración del patrón del sueño y que la deportación también puede exacerbar algunas enfermedades en personas que previamente sufrían de algún trastorno. Destaca que la misión es cambiar un poco la percepción que tiene la población hacia ellos. “Son personas que tuvieron algún fallo pero como todo el mundo necesitan una oportunidad, porque todos tenemos el potencial para cambiar”, subrayó.

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DEPORTACIONES DESDE EUROPA, EEUU Y AMÉRICA

Estadísticas:
Más de 12,000 dominicanos han sido deportados desde 2010.  Hasta septiembre del 2013 sumaban 12,274, según estadísticas de la Dirección de Migración, 86.9 hombres, con un total de 10,678. El número de deportados en la actualidad supera esa cifra, pues en los últimos meses del 2013 y los primeros de este año han sido deportados más dominicanos que no figuran en los datos entregados por Migración, a través de la Oficina de Libre Acceso a la Información Pública. De Estados Unidos proviene el mayor número de repatriados, 8,631, para 70.3 por ciento de la totalidad.

Enviados en 2013:
Por migración ilegal hasta septiembre del  2013 fueron deportados de naciones de América, Asia y Europa 751 dominicanos, de un total de 905 en los 9 meses de ese año. Solo 65 fueron por drogas, 20 por documentos falsos, 17 por robo, 9 por fraude, 6 por violencia, 4 por homicidio y 2 por abuso sexual.

En cambio, de los 1,308 deportados por Estados Unidos en igual período, 788 fueron por drogas y 196 por migración ilegal. Los homicidios también fueron pocos, solo 29,  por robo 81, abuso sexual 11, violencia uno, fraude 25, porte ilegal de armas  26, documento falso uno y lavado de activos 4.  

Del 2010 al 2012:
En el 2012 fueron deportados 3,471, de los cuales Estados Unidos envió  2,186, mientras que de América, Asia y Europa, 1,285. 

En el 2011, el total de deportados ascendió a 2,672, de los cuales 1,926 fueron desde Estados Unidos y 746 desde Europa y Latinoamérica. 

En tanto, que en el 2010, los deportados sumaron 2,015, de Estados Unidos 1,308, y de Europa y Latinoamérica 707.