EL INFORME PRELIMINAR FUE PUBLICADO HOY POR LA JUNTA HOLANDESA DE SEGURIDAD
El accidente del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en julio pasado en Ucrania y que costó la vida a 298 personas, se debió a "causas externas", concretamente al lanzamiento de proyectiles desde el exterior, según el informe preliminar publicado hoy por la Junta holandesa de Seguridad.
"Los primeros resultados de la investigación apuntan hacia una causa externa del accidente MH17", señaló en un comunicado Tjibbe Joustra, presidente de la Junta de Seguridad, que se encarga de determinar las causas de la tragedia.
Ucrania sostuvo tras el accidente que el Boeing malasio había sido derribado por un misil tierra-aire disparado desde territorio bajo el control de los milicianos prorrusos, pero los rebeldes lo han negado.
"Será necesario realizar más investigaciones para determinar la causa con mayor precisión", continuó Joustra, quien confió en contar con más pruebas en los próximos meses y que el informe final esté disponible en el plazo de un año desde la fecha del accidente.
"El informe final se conocerá en el verano de 2015", indicó a Efe la portavoz de la Junta, Sara Vernooij.
Las conclusiones preliminares explican que la aeronave "se desintegró en el aire probablemente debido al daño estructural causado por un alto número de objetos de alta energía que penetraron en el aparato desde el exterior".
El vuelo MH17 sobrevolaba un espacio aéreo sin restricciones cuando sufrió el accidente, según este informe preliminar que aparece casi dos meses después de ese suceso.
La Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) fija en su protocolo de investigaciones sobre accidentes de aviación un plazo de 30 días para la presentación de las conclusiones preliminares, sin embargo, en el caso del Boeing malasio los expertos se han encontrado con numerosos obstáculos.
La mayor parte de los investigadores que trabajaban en terreno ucraniano tuvieron que ser trasladados a Holanda por cuestiones de seguridad a causa de los combates entre las milicias rebeldes prorrusas y las tropas del Gobierno de Kiev en el este de Ucrania, aunque un equipo reducido permanece sobre el terreno y los análisis continúan en Holanda.
El informe publicado hoy dice que "no hay indicaciones de que el accidente del MH17 fuera causado por una fallo técnico ni por acciones de la tripulación".
Explica además que los registros de voz de la cabina, de datos de vuelo y de control de tráfico aéreo sugieren que el vuelo procedió normalmente hasta las 13.20 GMT, cuando la comunicación con el avión quedó interrumpida de forma abrupta.
Hasta ese momento no se registraron llamadas de emergencia, ni ningún tipo de comunicación entre los miembros de la tripulación que revelase un problema técnico, asegura.
La Junta aclara que por el momento no ha sido posible llevar a cabo un estudio detallado de los restos del avión, pero afirma que las imágenes disponibles muestran que las piezas de los restos fueron perforados en numerosos lugares.
"El patrón de daños en el fuselaje de la aeronave y la cabina del piloto es coherente con la que se puede esperar de un gran número de objetos de alta energía que penetró la aeronave desde el exterior", insiste.
"Es probable que este daño fuera resultado de una pérdida de la integridad estructural de la aeronave, lo que condujo a la desintegración durante el vuelo", añade, al tiempo que recuerda la pérdida simultánea de contacto con el control del tráfico aéreo y la desaparición de la aeronave del radar.
El informe también confirma que el avión estaba en buen estado cuando partió desde el aeropuerto de Schiphol, en Amsterdam, con rumbo a Kuala Lumpur y que la tripulación estaba acreditada y disponía de los certificados médicos correspondientes.
La Junta de Seguridad, con sede en La Haya, lleva a cabo otras dos investigaciones que tratan de establecer el proceso de toma de decisión sobre la ruta del vuelo y el análisis de riesgo asumido cuando Malaysia Airlines eligió sobrevolar el este de Ucrania, pese a los peligros por los enfrentamientos entre las fuerzas prorrusas y gubernamentales en ese territorio.
En paralelo, el proceso de identificación de las víctimas, de las cuales 196 tenían nacionalidad holandesa, continúa en la base militar de Hilversum (norte de Holanda), pero aún puede tardar meses en completarse.
Según el último balance forense, hasta ahora solo se ha podido identificar a 193 víctimas del accidente.
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