sábado, 20 de julio de 2013

El papa Francisco ofrece indulgencias a tuiteros

                     
El experto de la Santa Sede en medios sociales, el arzobispo Claudio Maria Celli, advirtió el viernes que con el simple hecho de seguir los mensajes del papa por Twitter no se obtendrá una indulgencia, la antigua tradición relacionada con el perdón de los pecados que por mediación de la Iglesia ayuda a "librarse del purgatorio".     
Celli dijo a The Associated Press que un católico que busque una indulgencia por participar en el evento de Río de Janeiro, ya sea físicamente o en forma virtual, debe sentir un verdadero arrepentimiento y tener un momento de fe profunda.     
"Cuando hablamos de espiritualidad, el problema no reside en lo que uno haga sino en lo que hay en su corazón", dijo Celli. "No es sólo viendo televisión y las ceremonias del Santo Padre como se consigue la indulgencia, ni porque uno vaya a Río, ni porque se lea un tuit del papa. Así no se obtiene el perdón de los pecados".     
Según las enseñanzas de la Iglesia, a los católicos que confiesan sus pecados se les perdona y por lo tanto quedan libres de ser condenados al castigo eterno. Una indulgencia tiene por objeto limpiar el castigo "temporal" del pecado que pudiera quedar, la consecuencia de hacer el mal que pudiera haber afectado la relación del pecador con otras personas.     
A principios de este mes, el Vaticano anunció, como suele hacerlo antes de cada Jornada Mundial de la Juventud, que los participantes en el encuentro del 22 al 28 de julio podrían recibir la indulgencia. Sin embargo, para ello deben confesarse, recibir la comunión, orar y "estar verdaderamente arrepentidos".     
Pero en una mezcla de nueva tecnología y teología antigua, el decreto aprobado por el papa Francisco señala que incluso quienes no puedan acudir al encuentro en Brasil podrían hacerse acreedores a una indulgencia parcial.
Se deberán cumplir los mismos requisitos, pero los pecadores que den seguimiento a la Jornada de Río a la distancia pueden ganarse una indulgencia si participan "espiritualmente" y siguen el encuentro por "televisión, radio o, siempre con la devoción necesaria, a través de nuevos medios de comunicación social".     
A la fecha, más de siete millones de personas siguen la cuenta del papa en Twitter, (at)Pontifex, en los nueve idiomas en que el papa Francisco envía sus mensajes. La mayoría de sus simpatizantes empezó a seguir los tuits cuando Benedicto XVI inauguró la cuenta el año pasado.     
El reverendo Robert Gahl, un teólogo moral de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma, dijo que se cree que el decreto de la Sagrada Penitenciaría Apostólica del Vaticano representa la primera ocasión en que se ofrecen las indulgencias por una participación en las redes sociales.     
"Algunos pensarán erróneamente que las indulgencias 'tuiterizadas' abaratan el acceso a la gracia de Dios. Pero no captan la idea del uso sin precedentes que el papa hace de las redes sociales", señaló.
"El está desafiando a los tuiteros a regresar a los sacramentos de la confesión y la Sagrada Comunión y a examinar profundamente su conciencia a fin de liberarse a sí mismos de las ataduras a los pecados veniales". "El papa no se pierde una oportunidad de evangelizar", agregó.

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