LA CRIATURA AUN CON EL CORDÓN UMBILICAL, PESA NUEVE LIBRAS, Y FUE LLAMADO MOISÉS POR LUGAREÑOS
Llantos desesperados llevaron a habitantes del residencial El Bambú de aquí, a una finca cubierta de maleza, donde encontraron un niño con apenas horas de nacido y aún con el cordón umbilical, pataleando dentro de una bolsa negra atada. La profesora Teodora Suero Rodríguez y el comerciante Manuel de Jesús, quienes hicieron el hallazgo, de inmediato lo nombraron Moisés y lo llevaron al Hospital Municipal de La Victoria, donde los médicos le prestaron todas las atenciones de lugar y donde aún permanece al cuidado del personal de salud.
“El bebé tiene nueve libras, está en perfectas condiciones de salud y todos los análisis realizados dieron negativos. Come mucho, duerme mucho y se ha convertido en nuestro príncipe”, dijo la doctora Dulce García.
Informó que el bebé fue llevado al hospital cerca de las 8:30 de la noche del pasado miércoles por una comisión de vecinos del residencial El Bambú.
El bebé de tez clara, de pelo negro y robusto, se ha convertido en la atracción del centro de salud, pues todas las personas que se han enterado de la noticia quieren conocerlo.
La suerte
La profesora Teodora narró que en horas de la tarde cuando llegó a su casa escuchó unos gritos de un bebé, pero no hizo caso porque a su lado hay una vecina que recientemente dio a luz.
La profesora Teodora narró que en horas de la tarde cuando llegó a su casa escuchó unos gritos de un bebé, pero no hizo caso porque a su lado hay una vecina que recientemente dio a luz.
“Yo escuchaba esos llantos continuos y en hora de la noche vi a mi vecina pasar con su bebé en brazos, pero no estaba llorando y fue cuando nos pusimos en alerta”, explicó.
Manifestó que junto a Manuel de Jesús Santos y otros que dieron apoyo con sus hijos, saltaron la cerca de una finca deshabitada que queda al lado del residencial, pero el niño había dejado de llorar.
“Entonces todos con focos en mano y celulares, empezamos a recorrer el lugar y descubrimos en una funda negra un brazo del niñito que se había salido por un hoyo y lo tomamos”, narró.
Explicó que el infante ya había sido picado por las hormigas y aún estaba sucio de la sangre de la madre.
Ahora entre los vecinos del lugar hay una especie de celos con los médicos del centro asistencial, pues se quejan de que les impiden verlo.
Le llevan alimentos, pañales y ropa.
“Ese niño es nuestro hijo y nosotros lo único que no queremos es que hagan negocio con él. Nosotros estamos en capacidad de criarlo y no le va a faltar nada”, dijo De Jesús Santos.
Se quejó de que tanto él como sus vecinos han ido en varias ocasiones al hospital a ver al bebé y llevarle provisiones, pero no se lo dejan ver.
Sobre el particular la doctora explicó que es imposible permitir la entrada de tantas personas a un centro de salud y más cuando se trata de visitar a un recién nacido.
Sin embargo, ellos alegan que sus visitas no afectarán a la criatura, porque lo sacaron de un lugar inmundo donde lo único que le esperaba era la muerte.
A pesar de que el Consejo Nacional para la Niñez (Conani) fue informado del caso, anoche aún no se había presentado al lugar.
Los residentes de El Bambú también se quejan de que la Policía Nacional no haya iniciado un proceso de investigación para dar con el paradero de la madre que metió al bebé en una funda plástica negra, la ató y la arrojó a una zona apartada.
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